En primer lugar, quisiera hacer hincapié en el hecho de que es la primera vez que no llego demasiado temprano a un concierto. Sí, lo sé. Suena estúpido pero no es algo que realicé voluntariamente sino debido a mis problemas con las operaciones de tiempo/distancia. Exacto, el 99% de las ocasiones que llegué demasiado temprano a los recitales, más allá de tener siempre el interés de ver y conocer a las bandas soportes, es porque siempre realizo mal la cuenta. De hecho, mi récord actual es el de una hora y media para el concierto de Explosions In The Sky.

 

El día del concierto de Basement no tuve ese pequeño y usual ataque de angustia que me producen los malos cálculos. Obviamente, iba en camino un poco resignado debido a que, quizás, no podría ver a las bandas soportes. Sin embargo, algo que no sorprende a quiénes tienen esa cultura/hábito de asistir a conciertos, hubo algunos retrasos en los horarios.

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El concierto empezó a cargo de Cursi No Muere banda bonaerense de hardcore/emotional, la cual en Marzo estuvo publicando su primer EP titulado "Perdidos en traslación". En ese momento, a pesar de los problemas técnicos, el ambiente empezó a tomar color y la recepción del público ayudó en ésto. 

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Existen algunos detalles que le otorgan un plus de placer al recuerdo de haber asistido a un concierto. Obviamente, ésto lo determina cada uno. En lo personal, los entretiempos son vitales y en ésta ocasión, me toparía con temas de Sonic Youth, Sunny Day Real Estate, Dinosaur Jr., entre otros.  

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Más tarde el local se fue llenando y aparecerían los Rosarinos de How We Are. Lo primero que resalté, más allá del target similar al de Basement, fue la remera de Dinosaur Jr. que traía el vocalista. Ofrecieron un show ameno con letras potentes y una atmósfera que se iba tornando más eufórica. 

 

Luego subirían al escenario, cargados con un discurso político sobre el contexto socio-económico que está atravesando Argentina, la banda de punk/hardcore Vientos. En ese punto, el público agitado y la buena interacción con el público, iban a dar origen al ambiente propicio para el momento en que salga al escenario Basement. 

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Finalmente, aparecieron en el escenario los londinenses de Basement para arrancar el setlist con "Whole", el público empezaría a corear la primera guitarra para dar paso a la euforia y al inicio del stage diving. Luego nos regalarían, "Aquasun" uno de los temas más representativos de su último álbum "Promise Everything".

 

Sin embargo, el desenfreno llegaría con "Fading", "Crickets Throw Their Voices", temas que forman parte de su primer álbum de larga duración "I Wish I Could Stay Here" y "Spoiled", los cuales originarían constantes avalanchas de personas que caían desde el escenario y se paseaban por el encima del público. El vocalista, Andrew Fisher, cantando con el corazón, disfrutando del momento y compartiendo el micrófono con el público, palmas que acompañaban a los silencios de las canciones, etc.

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Luego tocarían "For You The Moon", probablemente, mi tema favorito junto "Halo", la cual no tocaron, de su último álbum. Pero poco importaba, en ese momento, porque volviendo a sus primeros trabajos nos regalarían "Earl Grey", "Bad Apple" y "Canada Square", el ambiente se alborotaría y el pogo volvería a apoderarse del público. Inclusive, un momento gracioso sucede en el intro de "Canada Square", cuando Andrew Fisher juega y ríe con el público, debido a que empezaron a corear la guitarra. 

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Entrando al final del setlist, retomarían con "Brother's Keeper" y "Promise Everything" su última producción. Luego de ésto, empiezan a darle ese protagonismo que no había tenido, hasta el momento en el setlist, a su segundo álbum: "Colourmeinkindness". De éste modo, llegarían con "Breathe", "Pine" y, posiblemente, la canción simbólica de la banda: "Covet". 

 

Así fue que llegó el fin, los integrantes se despidieron y bajaron del escenario. Pero el público se negaría a dejarlos ir y a base de palmas, gritos, silbidos y corear el nombre de la banda, aparecerían para regalarnos "Yoke" y posteriormente, despedirse. 

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En resumen, fue una gran noche en donde la banda tocó con el corazón y la recepción del público fue una de las mejores que me ha tocado vivir. Esperemos, más adelante, retornen por tierras Latinoamericanas con algún álbum nuevo bajo el brazo. Por ahora, no queda más que esperar como lo hicimos todo éste tiempo. Por otro lado, crucen también los dedos para que se confirme la posible visita de Tigers Jaw. Les dejo, a continuación, algunas fotos del concierto realizadas por Matías Biscione. 

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