Mi primer acercamiento al circuito latinoamericano orientado al math rock sucedió, aproximadamente, en el 2011 cuando me topé con el split que habían realizado Karatekid!, La Raza de los Cabizbajos y Aspasia. Aunque llevaba buen tiempo escuchando y buscando bandas de éste estilo, nunca tuve conocimiento de que existían bandas del género en ésta parte del mundo. Probablemente, lo más cercano y distante, a su vez, era Kinder o Austin Tv pero no tenían la estructura de composición propia del género. Obviamente, más tarde sabría de la existencia de Burning Metro, quizás, una de las primeras bandas en el hemisferio sur.

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Afortunadamente, Karatekid! crearía una conexión con una de mis bandas favoritas: Tortuganónima. Siendo exacto, el split junto a ¡UH! y el "Archipiélagos" de Kinder, quiénes se sumergían de pleno en el género con este nuevo álbum, me motivaron a ahondar más e interesarme por el movimiento dentro de Latinoamérica. Desde ese momento, en varias ocasiones, he resaltado el crecimiento que ha ido logrando y la forma en que lo ha hecho porque siento que el circuito latinoamericano es uno de los más productivos en materia. Justamente, hace algunos días Fecking Bahamas publicó "IV. Argentina", un compilado de bandas argentinas, lo cual señala el protagonismo e impacto que está teniendo el circuito latinoamericano dentro del género. 

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Lamento si me explayé demasiado pero todo éste preámbulo es debido a que el día de ayer la banda de math rock/emo oriunda de Perú: Incendio Forestales del Viejo Continente publicó su álbum debut titulado "Principios y Fundamentos de la Fauna Moderna", el cual se perfila a ser uno de los mejores álbumes del año en Latinoamérica y, a su vez, reafirma la manera positiva y adecuada con la que se está desarrollando éste género en ésta parte del mundo. 

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Éste primer álbum de larga duración está compuesto por ocho temas, los cuales van a destacar por los sofisticados riffs, las voces que rozan con el post-hardcore, las perfectas líneas de acompañamiento en el bajo y el excelente trabajo de compases en la batería. Un punto a destacar y que se agradece bastante es el hecho que hayan vuelvo a mezclar los dos temas que lanzaron en su primer single, "Archipiélagos de Revillavigencio" y "Haru Ora Ora", debido a que cuando escuché los temas no llegaron a convencerme de la forma en que lo habían hecho anteriormente con la grabaciones caseras. En lo personal, el trabajo atrás de la producción del álbum ha sido excelente y le devolvió aquellos componentes u elementos que no llegaban a resaltar en el single.

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A lo largo del disco, vamos a disfrutar de episodios en donde la predominancia de lo instrumental es absoluta como, por ejemplo, en el inicio con "Mera Telos & Letpig Adventure" y luego con "Monty" seguido de "Okinawa, 1985". Asimismo, va a existir pasajes del disco en donde estaremos acompañados por la desgarradora voz de Andrés Izquierdo y Angelo Grijalva, en la segunda voz, arrojando frases emotivas como en "Helix Aspersa​/​/​Melany" y "Archipiélagos de Revillavigencio" o letras más elaboradas como en "Haru Ora Ora", "Himalajazz" y "Oso Tripolar", éstos dos últimos, al igual que "Monty" y "Okinawa, 1985", son temas que han sido publicados en versión de estudio por primera vez y los cuales destacan demasiado y son extremadamente geniales. De hecho, aún no me he decidido entre éstos, cuál es mi tema favorito. Probablemente, sea "Okinawa, 1985" u "Oso Tripolar".

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En resumen, a pesar de que la mitad de los temas ya han sido publicados antes del LP y, asimismo, hayan retrasado con la publicación de éste. Sin duda, es un excelente álbum debut que ha superado, en lo personal, mis expectativas y que se postula a ser uno de mis álbumes favoritos del año.